domingo, 18 de noviembre de 2012

Candidatos cotidianos (una historia real)

La semana pasada llamaron a Rosa. Era la llamada predecible de un candidato habitual al que ella ya se ha acostumbrado a atender períódicamente. "Lo siento. No, actualmente no estamos contratando a casi nadie y ya sabes que las cosas no están para tirar cohetes". Él lleva demasiado tiempo en paro y Rosa le conoce desde que le entrevistó hace ya tiempo para un puesto en el que finalmente no fue contratado. Pero él llama una y otra vez sin rendirse. ¿Qué otra cosa puede hacer?. Sólo que esta vez es diferente. Esta vez llamaba desde el hospital donde, según le explicó a Rosa, ingresaron a su mujer tras una sobredosis de medicamentos. Y es que uno nunca sabe cómo va a reaccionar cuando le notifican que va a ser desahuciado. Por mal que vayan las cosas eso sólo le pasa a las personas que salen en los telediarios, y él intentó ocultárselo a su mujer tanto como su habilidad para interceptar la correspondencia se lo permitió. Cuando Rosa colgó el teléfono y nos lo contó, nos supimos qué decir. Ni siquiera hoy sé como contarlo con el enfoque y respeto que merece porque, como tantas otras veces, hasta ahora eso sólo le pasaba a las personas que veía en los telediarios...

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